Pedals d’en Serrallonga

Ruta circular de dos etapas en bicicleta de montaña de 120km (70km la primera etapa y 50km la segunda) y 3200m de desnivel acumulado (1400m la primera etapa y 1800m la segunda) por el espacio natural de las Guillerías-Savasona en las comarcas de Osona y la Selva (Cataluña) donde hace aproximadamente 400 años el bandolero catalán Joan Sala i Ferrer, conocido como Joan de Serrallonga, acometió sus asaltos. La ruta permite adentrarse de lleno en el entorno, destacable por sus tupidos bosques de encinares, robledales y pinares y por la presencia de grandes manantiales de agua aprovechados por muchas plantas embotelladoras. Se trata de una ruta bastante exigente físicamente, sobre todo en la segunda etapa. Aunque la mayor parte de la ruta es por pista sin asfaltar e incluso por asfaltada, hay algunos senderos y trialeras no muy largos pero exigentes en algunos puntos. En la segunda etapa, la zona intermedia de la ruta presenta una pista muy rota, con árboles caídos, tierra desprendida, muchas zarzas que pueden ocasionar pinchazos y por si fuera poco, la zona está muy desconectada tanto a nivel de cobertura móvil como de accesibilidad a la zona urbana. Es una zona que hay que hacer con paciencia. La buena noticia es que hay innumerables fuentes en casi todo el trayecto que hacen que no suframos demasiado por la hidratación.

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Primera etapa: Sant Hilari Sacalm – Camping el Pont (70 km y 1400m de desnivel acumulado)

Partimos de la plaza de la iglesia de Sant Hilari Sacalm y abandonamos el pueblo por el barrio de Petrinxo. Seguimos una pista ancha hasta el Molí Roquer. Estad atentos porque al final de este primer tramo pasaremos por delante de una de las espectaculares cabañas en los árboles que hay en esta zona que sirven como suites de lujo para el turismo rural. A continuación, llegamos a la carretera que va a Sant Sadurní d’Osormort que subiremos unos centenares de metros para empezar un largo descenso por el Camí d’Espinelves hasta llegar a la propia población de Espinelves. Es un pequeño pueblo singular por celebrarse en él la feria del abeto en invierno.

Cruzamos la autopista C-25 por debajo y empezamos a subir por el Sot de la Font hasta Can Feliu donde llegamos al Camí Ral de Viladrau a Sant Hilari que nos llevará hasta Viladrau. Viladrau, aunque no es un pueblo destacablemente bonito, es famoso por poseer una de las plantas embotelladoras de agua más famosas del país. Abandonamos el pueblo por un camino paralelo a la carretera que va a Taradell y a la Riera Major. Llegamos al campo de polo de Sant Antoni de Viladrau y cruzamos la riera de Sant Segimon. Esto nos llevará definitivamente a la carretera que va a Taradell que seguiremos por asfalto hasta el Collet del Timonar. Aquí empieza una pista por una zona más seca, aunque en nuestro caso con algún charco embarrado bastante profundo. En el Collet de les Tres Termes llegamos al GR-2. En este punto vale la pena pararse para disfrutar del paisaje con unas formaciones rocosas un tanto singulares. Continuamos un tramo por el GR-2 para luego desviarnos por un sendero (trialera), bastante roto en algunos puntos con grietas, que nos llevará hasta el barrio de les Guillerías y más tarde hasta la carretera secundaria BV-5251 en el Pont de Fàbregues.

Subimos por una pista paralela a la Riera Major hasta cruzar la autopista por debajo del viaducto d’Osormort (C-25) por un tramo asfaltado. Abandonamos el asfalto para descender hasta la fuente dels Peons donde mana bastante agua (por si queréis hidrataros). A partir de aquí empieza un buen tramo de subida de pista por bosques, prados y alguna masía que nos llevará hasta la carretera de Vic a Vilanova de Sau. En este punto hay la posibilidad de seguir la carretera para recortar un buen trozo de esta primera etapa. Nosotros decidimos continuar con el sufrimiento. Subimos un poco más hasta el Coll de Sameda y desde allí empezamos una importante bajada hasta la población de Tavèrnoles. Entramos al pueblo por el campo de futbol donde también hay una fuente de agua. Al salir del pueblo pasamos por la masía de Can Toni Xic donde en nuestro caso pudimos ver caballos. Seguimos y llegamos al GR-210 que discurre paralelo al río Ter antes de desembocar en el Pantano de Sau. Este tramo hasta llegar a Fucimanya es por un sendero bastante estrecho lleno de matorrales, piedras y muy expuesto al Sol. Avanzar se vuelve un tanto difícil. Una vez en Fucimanya seguimos un tramo de bajada por la carretera BV-5213 hasta el Coll de Terrades con unas buenas vistas del pantano de Sau.

En este punto habremos llegado de nuevo al GR-210 que avanza casi por la orilla del pantano hasta Can Mateu, donde hay un recinto de campamentos de verano. Abandonamos la orilla del pantano para ascender paralelos al torrente de Moran por el GR-2 hasta Vilanova de Sau. Allí hacemos un tramo de asfalto hasta la masía de Can Valentí y acto seguido nos desviamos por un sendero a la derecha que baja paralelo al Sot de Llerons y que acaba siendo una trialera un tanto difícil de transitar. La buena noticia es que una vez acabemos la trialera saldremos justo delante del camping El Pont que marca el fin de esta primera etapa. Decir que el camping se llama Camping El Pont por el espectacular puente medieval que cruza el río de la Riera Major que pasa por delante del camping. Además justo en el lado norte del puente (por donde llegamos) sale un sendero que va a una especie de playa a las orillas del río con auténtica arena de playa. Es perfecto para un refrescante baño revitalizante.

Segunda etapa: Camping el Pont – Sant Hilari Sacalm (50 km y 1800m de desnivel acumulado)

Partimos del Camping el Pont y cruzamos el puente de Malafogassa para empezar la primera subida de aproximadamente 10 km y 500m de desnivel. La subida se hace por una pista no asfaltada ancha y en muy buenas condiciones por la que podría pasar tranquilamente un turismo. El pendiente no es muy elevado pero, claro, la distancia y el desnivel terminan cansando. El ascenso es por lo que se conoce como el Serrat de la Bandera y culmina en la masía de Sant Andreu de Bancells. Justo antes de llegar podemos parar en la fuente del Rector para hidratarnos un poco. La masía está ahora habilitada como una casa rural en la que uno se puede alojar.

Hasta este punto, el acceso a las zonas urbanas era relativamente buena así como la cobertura de telefonía móvil. A partir de este punto entramos en una zona bastante desconectada así que debemos asegurarnos que en los siguientes 15km tendremos todo lo que nos haga falta y margen de maniobra (agua, energía y kit de reparaciones para cualquier imprevisto). Seguimos una pista que parte de la Plaça del Bisbe llamada Camí de l’Abadia de Sant Andreu de Bancells que desciende hasta la Riera de Querós donde hay la masía de la Querosa. Notaremos cómo la pista se vuelve mucho más estrecha y rota, con algún árbol caído, bastante piedra y la maleza un tanto crecida. De momento aún es bastante transitable.

Cruzamos la riera de Querós y empezamos a seguir el GR-178 que no dejaremos hasta llegar a Osor. La verdad es que estando perdido por estos bosques en medio de la nada con caminos tan rotos se agradece saber que estamos siguiendo un GR con los típicos hitos rojas y blancas, pues en nuestro caso nos ayudaron muchas veces a encontrar el camino (incluso teniendo navegador GPS). En este tramo, el camino, aunque sigue siendo pista, está incluso en peores condiciones que en el descenso. En algunos puntos parte del camino directamente se ha desprendido o algún gran árbol caído dificulta el paso. Además por si fuera poco, este es justamente el bosque que da nombre a la ruta: el Bosc de Serrallonga, con lo que le da a la zona un aire misterioso tal que uno siente que el mismo Serrallonga nos está observando para asaltarnos en cualquier momento (esto último es broma). Muy cerca del pico de la primera subida, el Turó de Corones, se encuentra la masía (ahora abandonada) de Serrallonga, donde la familia de la mujer de bandolero, de la cual heredo este conocido apellido, residió. El sendero, que en un momento dado, se vuelve ancho y de buen transitar gracias a que parece estar recientemente apisonado, culmina en el santuario de Mara de Deu del Coll donde recuperamos de nueva toda comunicación con la civilización. Si habéis llegado hasta aquí, ya tenéis lo más difícil hecho.

Descendemos al pueblo de Osor por el mismo GR-178, que inicialmente transcurre por una trialera pero que rápidamente se convierte en una pista fácil de transitar. Vale la pena parar en Osor para repostar de todo lo que necesitemos pues queda la subida con más desnivel de toda la ruta (700m). Por ejemplo, podemos llenar los bidones de agua en la fuente del Borrell. Cuando estemos preparados y concienciados, seguimos la carretera que cruza el pueblo en dirección a Anglès. A pocas decenas de metros salimos de la carretera por una pista a la derecha que sube por la Riera d’Horta y luego por el Sot d’Aiguafreda. La pista de ascenso es bastante buena pero en este primer tramo hay algunos puntos con fuerte pendiente. A estas alturas hay que tomárselo con calma. La tónica de la subida cambia significativamente cuando se llega al Coll del Cirerer donde llegamos al GR-178. La pista se vuelve más llana y ancha. En un momento dado pasaremos por delante de una masía restaurante llamada el Sobirà de Santa Creu y así sabremos que esta última subida está llegando a su fin.

Abandonamos el GR-178 para seguir por la carretera del Sobirà de Santa Creu que pasa justo por el lado de la planta embotelladora de la Font del Sobirà. Seguimos la misma pista hasta llegar al GR-83 o carretera de Sant Hilari Sacalm al Castell de Vilavèquia. Esta pista como bien intuimos nos devolverá al punto de partida de la primera etapa, la población de Sant Hilari Sacalm. Para cerrar bien la ruta vamos hasta la plaza de la iglesia desde donde salimos.

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