Ruta circular en bici de montaña que discurre por el parque natural de Collserola empezando y acabando en el centro de la localidad de Sant Cugat del Vallès. Buena parte del ascenso y descenso de la ruta se hace por trialeras. La parte alta de la ruta se hace por la carretera de la Rabassada.
Partimos de la plaza Pere Sant en Sant Cugat del Vallès, delante del Mercat Vell, y bajamos por la calle Mayor hasta la plaza de Octavià (la plaza del Monasterio). Seguimos por la calle de la Torre hasta el paseo de Francesc Macià para bajar a la derecha hasta la calle de Josep Puig i Cadafalch. Seguimos esta calle hasta llegar al final del parque de la Pollancreda. Allí giramos a la izquierda por la avenida de las Corts Catalanes y avanzamos unos 300 m para desviarnos de nuevo a la izquierda por una pista sin asfaltar que se dirige a la hípica de Can Calders. Cruzamos la hípica y seguimos por el camino que se adentra a los campos que hay detrás de esta.
A partir de aquí empieza el tramo de subida. Este camino resigue el límite municipal entre las localidades de Sant Cugat y Cerdanyola del Vallès. Seguimos subiendo hasta llegar arriba de la colina de la Torreferrera a partir de la cual descenderemos ligeramente hasta alcanzar la pista sin asfaltar que une la carretera de Cerdanyola a Horta (BV-1415) con la masía de Can Borrell. Simplemente cruzamos dicha pista y seguimos por el sendero que hay justo enfrente que se dirige a la fuente de la Rata.
El tramo que viene a continuación es una trialera que asciende por la sierra de Sant Medir. Aunque con una buena técnica la senda es mayormente ciclable hay puntos en que es necesario salir de la bici, ya sea por un árbol caído obstaculizando el camino o simplemente porque el trazado es imposible. En alguna ocasión he hecho el tramo a la inversa (de bajada) y, francamente, es mucho más divertido. La trialera se acaba cuando pasamos por el lado derecho de la cumbre de la colina de Sant Medir. Esta desemboca en una pista ancha que conduce a la parte alta de la urbanización de Sol i Aigua. La pista se transforma en la calle d’Altea que seguimos hasta llegar a un cruce de caminos que se encuentra en el límite municipal de Sant Cugat con Barcelona y también entre las dos laderas de la sierra de Collserola.
En el cruce pasamos a la ladera de Barcelona tomando el camino de enfrente a la izquierda. Descendemos ligeramente por él para volver a subir manteniéndonos a la derecha. Esta pista sube hasta la colina de Santa Maria. En mi caso me desvié temporalmente por un camino sin salida a la izquierda que conduce hasta un mirador. Aunque las vistas de Barcelona deberían ser impresionantes, por desgracia la abundancia de árboles no deja ver nada. Os podéis ahorrar este tramo. Reculamos hasta llegar de nuevo a la colina de Santa Maria y allí descendemos por un camino un tanto rocoso hasta el cuello de l’Erola. Este punto es mítico por encontrarse en un cruce donde confluyen bastantes caminos así como la carretera de la Rabassada justo antes de subir al Tibidabo. A parte, también hay un conjunto de edificaciones y una fuente.
Seguimos la carretera de la Rabassada en dirección a Sant Cugat del Vallès durante unos 2,7 kilómetros y luego nos desviamos a la derecha para entrar en la urbanización de Sol i Aire. Descendemos ligeramente primero por una pista asfaltada y luego, manteniéndonos a la izquierda, por una pista sin asfaltar. A continuación, nos desviamos por un sendero a la izquierda que se adentra en el bosque. Hemos llegado a la segunda trialera de la ruta que desciende por la sierra de Sant Vicens. No es una trialera complicado, excepto en algún punto que tuve que bajar de la bici pero que podría haberme aventurado a bajar encima de ella si no hubiera ido solo. Si que es verdad que la maleza está tan crecida que en algunas ocasiones el sendero se estrecha quizás demasiado. De todos modos, es una trialera rápida y muy entretenida. Al final del descenso cruzamos el torrente de Can Gordi que si es época lluviosa probablemente baje agua y tengas que sortearla. Es curioso porque tras un par de curvas más el sendero parece pasar por en medio del jardín de una pequeña casa aislada. En mi caso incluso me encontré a un hombre estirándose de buena mañana. De todos modos, yo no recuerdo que en ningún momento cruzase la entrada a una fina privada.
Finalmente, seguimos los últimos metros del mismo sendero y salimos a la pista ancha y asfaltada del camino de la Torre Negra. Avanzamos pocos metros hacia la izquierda para desviarnos por otro camino a la derecha junto al brezo que delimita un terreno privado. Este camino nos lleva a la calle ya asfaltada del Comte justo delante del Club Tennis Natación Sant Cugat. Descendemos la calle hasta el torrente del Sant Crist y luego ascendemos un poco hasta el cruce donde la carretera de la Rabassada llega a Sant Cugat y se transforma en l’avenida de Gràcia. Bajamos por la avenida hasta cruzar la rambla de Ribatallada y luego seguimos por la calle Francesc Moragues que pasa a ser la avenida de RIus i Taulet. Subiendo (en sentido contrario) por la calle de Sabadell llegaremos de nuevo al punto de partida, la plaza Pere Sant donde está el Mercat Vell.