Esta no deja de ser la clásica subida a La Mola (el punto más alto de Sant Llorenç del Munt) introduciendo alguna pequeña variación. La diferencia crucial reside en que hicimos la ruta de noche para poder cenar en el restaurante que hay en la cumbre.
Se empieza en la masía de Can Robert, al pie de la montaña, ya sea dejando el coche en el aparcamiento que hay o en la “Calle de les Boixaderes”, la última calle asfaltada de la urbanización de Can Robert (Matadepera). El primer tramo consiste en subir a Can Poble. Se puede hacer enteramente por la pista ancha o bien ir recortando por algunos atajos (lo que hicimos nosotros). En el primer atajo se pasa por lo que había sido un cementerio medieval en el que se pueden observar algunos ataúdes de piedra (y, si es de noche, con suerte, algún fantasma).
Justo antes de llegar a Can Poble nos desviamos desde la pista principal a la derecha por un sendero que nos llevará a una cresta de la montaña en la que encontraremos un giro llamado el “Revolt Rodó”. A partir de allí se sube por la cresta hasta alcanzar el conocido “Camí dels Monjos”, el antiguo camino que usaban los monjes para ir desde el monasterio de Sant Cugat del Vallès hasta el monasterio de Sant Llorenç del Munt, que nos llevará hasta la cima.
Cenar en el restaurante de arriba no es barato (mínimo 25€ por cabeza) pero es un precio razonable teniendo en cuenta que mantener un restaurante allí arriba no debe ser sencillo (dicen que suben la comida con burros). Reconozco que el menú de comida típica Catalana no está nada mal y, si optas por pedir el porrón de vino, entonces no me hago responsable de si os perdéis en la bajada.
Para bajar se puede seguir exactamente el mismo camino o, en nuestro caso, muy poco después de abandonar el “Camí del Monjos” desviarse a la derecha por un sendero que va al pueblo de Can Poble. Allí se retoma la pista principal de bajada a Can Robert.